miércoles, 11 de junio de 2008

ÚLTIMA CRONICA DE OCHOA DE OLZA DESDE EL ANNAPURNA. MI LUCHA


ÚLTIMA CRONICA DE OCHOA DE OLZA DESDE EL ANNAPURNA

Que no se asuste nadie; no me he vuelto loco del todo, ni estoy peleado con el mundo, ni tampoco me he asociado con lo más granado del nacionalsocialismo. Nada de eso parece haber sucedido, por fortuna. La lucha de la que hablo hoy, mi desesperado anhelo por pisar la cima del Annapurna, es pacífica y espero que noble, apasionada y también quizás algo rebelde, aunque jamás a cualquier precio. La lid a la que me refiero hace que llevemos casi 30 años preparándonos para cuatro días de escalada, muchos meses de entrenamientos específicos con la mente puesta sólo en una cosa, y también ya más de 70 días en Nepal La espera de las condiciones adecuadas está siendo tensa y larga, pero se supone que el objetivo, de primera categoría, así lo merece. Aunque no hagan mucho caso cuando lean por ahí que pensamos atacar la cima, ya que aquella no nos ha hacho nada, ni tampoco es nuestra intención conquistarla; a lo sumo podremos convivir en paz durante unos cortos minutos, y después continuar nuestro camino agradecidos.


La lluvia golpea con intermitente suavidad la tienda del campo base mientras escribo, ahora en mayo ya sólo nieva durante la noche. Pienso en los días pasados en la montaña últimamente, en medio de la tensión propia de la escalada más difícil de mi vida y rodeados de dificultades en las relaciones personales. Grietas, avalanchas, tormentas, broncas con algún compañero… no se puede decir que nuestras vidas sean anodinas. Alguien definió con acierto al Annapurna como la personificación geológica de la angustia. Yo añadiría sin dudarlo el desamparo y la amarga sensación de ser el último habitante de este planeta.


Cuando te plantas debajo, descubres que da igual que pises la cima o que no lo hagas, nada va a cambiar en ambos casos. Esa cima que centellea con rabia sólo mide con exactitud nuestra propia vanidad, nuestra impermanencia irremediable. A veces me gustaría ser libre de mis propios deseos, como un budista cualquiera, y ser feliz sólo contemplando la belleza de lo que me rodea, sin necesidad de escalarla. Pero esta una montaña fantástica, y yo un hambre débil, y el deseo ha crecido tanto que ya es difícilmente controlable sin amenazas. Esperamos ansiosos el OK por parte de los meteorólogos suizos que, vil metal mediante (son suizos pero no idiotas), nos ayudan con sus previsiones.Decían los guerreros japoneses, samurai, que la mayor victoria es vencer sin pelear.


No sé si aquí podrá ser así. Por ejemplo, nuestros cuatro compañeros rusos, que han peleado como jabatos y vuelven sin la cima, ¿derrotados? Doce días han transcurrido desde su salida del campo base y su regreso, y cada uno de ellos parece una persona diferente, consumidos hasta el alma. Se van ya para casa, tristes, pero en sus ojos puedo adivinar un brillo que los míos todavía no tienen, pero espero que pronto posean. Será sólo después de la lucha.Hoy no puedo terminar sin mandar mis mejores deseos a Mikel Bidaurre y a su padre, mi amigo Aurelio, que se hallan ahora ante una montaña mucho más difícil que cualquier Annapurna. Sabéis que podéis contar con mi cariño, admiración y lo que sea que yo pueda hacer por vosotros.


Los seminómadas tibetanos, cuando en su sempiterno caminar alcanzan una cima o cruzan algún alto collado, gritan al viento “Lho Gyelo” (Los Dioses han vencido). Vuestra lucha no ha hecho más que comenzar, pero estoy seguro de que vosotros también venceréis. Ánimo y coraje desde nuestro Santuario.


Iñaki Ochoa de Olza.


Iñaki fallecio el dia 23 de mayo de 2008, realizando alpinismo extremo, su pasión. Entró al cielo por la puerta grande de los heroes, adelanto su destino, vivio y murio como él quiso. No todo el mundo podremos hacer igual.


En el cielo, mas tarde o mas temprano, nos veremos. Hasta entonces, descansa y guia nuestros pasos, hermano.


Oración leida por su padre en su funeral.


Ha volado muy lejos, donde nunca habrá pájaros.
No cabe deshonor si no es mentira, su amable amor amante
siempre buscó entre lo certero.
Entre lo justo y lo viviente
nunca cedió de sí, ni obligó a otro.
Obra maestra, este hombre, este hijo,
libre de malos daños y catervas.
Fortificado en cumbres de ámbar y respeto
no dio a la desventura opción más llana que morir fuera de catálogo.
Quédense a medias todas las cantidades de la vida, mejor así, pues todo fue tan bueno.
Fuera peor haber probado cualquier migaja de los daños sucios que esparce el mundo a ciegas.
Quien te mató devastó nuestro refugio.
Moriremos de llanto igual que asesinados
pero es dulce no saber del asesino.
Así sea


2 comentarios:

TORRES dijo...

Hola, te envío este comentario para felicitarte por el blog, y por el emotivo video de Iñaki, sin duda un alpinista de verdad, de aquellos que sienten la montaña, una pasión que modestamente también otros tenemos.
Saludos.

turbina dijo...

Gracias Torres, este chaval Iñaki era único como montañero y como persona. A ver si consigo hacerme con su libro, se me esta resistiendo.

un cordial saludo,