martes, 29 de enero de 2008

La Cresta de Claveles en Peñalara en invierno es potencialmente peligrosa


Cualquier montaña en invierno puede ser mortal, hasta la mas humilde. Esta crestita con hielo es peligrosa, aun con crampones y piolet hay que estar muy atento.



Este accidente de montaña ocurrió el 19 de enero de 2004, y fue posiblemente el accidente mas serio y grave acontecido en la zona de Peñalara.



Hallados muertos dos montañeros después de un peligroso rescate en la sierra de Guadarrama



MADRID.- Los equipos de rescate han encontrado muertos a dos de los nueve montañeros desaparecidos el sábado en la sierra madrileña de Peñalara. Se trata del agente de la Policía Municipal de Madrid Fernando Martínez Espeso, de 57 años, y Ricardo López Durán, de 35 años. Ambos eran alpinistas expertos y estaban bien equipados pero la montaña madrileña ha vuelto a mostrar su cara más amarga. La complicada operación de rescate de los otros siete miembros del grupo -dos de ellos heridos de gravedad- se ha prolongado durante varias horas.


Resultaron heridos de gravedad la única mujer del grupo, A.B.B.V, que fue trasladada a un hospital de Madrid con doble fractura en los dos fémur y de clavícula, y J.G.G., un varón, con fractura de costillas, que fue atendido en el hospital general de Segovia.


Además, aunque ilesos, han sido atendidos en el hospital segoviano debido a la hipotermia y el cansancio J.M.T.C., de 26 años; O.D.S., de 30 años, y su hermano J.D.S., de 34; J.H.S., de 25 años, y D.S.G., cuya edad aún se ha determinado.


Los excursionistas, todos ellos expertos montañeros, salieron el sábado a primeras horas de la mañana de la localidad segoviana de La Granja junto a otros 30 compañeros del Club de Montaña Entrevías, de Vallecas. Su idea era realizar una ruta hasta los picos de Claveles y Peñalara, para descender después por Dos Hermanas hasta el aparcamiento de Cotos, donde les esperaba un autobús para llevarles a casa.


Todos ellos llevaban crampones, piolet y ropa técnica de abrigo, y sin embargo, a primeras horas de la tarde, dos de los montañeros sufrieron una caída y cayeron por un barranco. Alarmados, dos de sus compañeros trataron de ir en su ayuda, pero corrieron igual suerte, y resbalaron por la misma zona, aunque lograron parar su caída. Los cinco alpinistas restantes decidieron no moverse de donde estaban -una zona con placas de hielo y rocas- y alertar al 112 de Castilla León para que acudiera en su ayuda.


Los excursionistas afirmaban siempre que estaban en la zona de Dos Hermanas, en la vertiente madrileña de Peñalara, y así lo comunicaron a los servicios de emergencia: "Llegamos a la cumbre de Peñalara, nos hicimos fotos allí, y después hemos empezado a bajar por Dos Hermanas", decían. Este despiste (en realidad, no bajaban por Dos Hermanas, sino justo al lado contrario, hacia el Pico de Claveles) complicó mucho las labores de búsqueda, puesto que los equipos de rescate tuvieron que peinar una extensísima zona de la Sierra madrileña.
Apenas unos minutos después de recibir la llamada de socorro, a las 16.30 horas del sábado, los servicios especializados en rescate en montaña de la Comunidad de Madrid, Bomberos, Guardia Civil y Cruz Roja, se movilizaron para tratar de encontrar a los montañeros. Una patrulla de el Grupo de Rescate en Altura de los Bomberos (GERA) empezó a subir desde Cotos hasta la cumbre de Peñalara, mientras dos equipos del Guardia Civil (SEREIN) subían por la zona de La Majada Hambrienta y por Peña Citores, ambos en la vertiente segoviana de Peñalara, la cumbre más alta de la Comunidad de Madrid. La Cruz Roja, por su parte, subía por las pistas de Dos Hermanas.


La noche empezaba a caer, y las condiciones meteorológicas empeoraban rápidamente: fuertes ventiscas y una niebla que no permitía ver más allá de unos metros.

Con la ayuda de las sirenas

Tras peinar varias veces las laderas sur de Peñalara (las de la vertiente madrileña), en torno a la medianoche los equipos de rescate descartaron que estuvieran en esta zona, y empezaron a buscar por la cara norte del monte.


Para tratar de localizarlos, y con la ayuda del teléfono móvil que quedaba con batería, los servicios de emergencia pidieron a los montañeros perdidos que les dijeran el momento en que escucharan las sirenas más cerca. Así, consiguieron saber, en torno a las 02.30 horas, que estaban en la parte de abajo de La Majada Hambrienta, casi al lado del arroyo Peñalara, a una altura de unos 2.100 metros pero en la vertiente segoviana del monte.


Los equipos de rescate lograron acceder, por una pista forestal denominada 'Camino del Muro', hasta un lugar situado a unos tres cuartos de hora a pie de donde estaban los montañeros.
Poco antes de las cinco de la madrugada, y tras salvar un desnivel de 400 metros, médicos y alpinistas lograron establecer contacto visual con un primer grupo de montañeros, los cinco que habían resultado ilesos, y pudieron hablar a gritos con los dos heridos. Sin embargo, los otros dos montañeros, en el fondo del barranco, llevaban sin moverse desde el momento del accidente.
Los malos augurios los corroboró el médico que llegó hasta ellos, y que confirmó que presentaban "lesiones incompatibles con la vida". Uno de ellos era el padre de uno de los bomberos que había pasado toda la noche participando en las labores de rescate.


Con las primeras luces del día


Los equipos de rescate tuvieron que esperar a las primeras luces del día para evacuar a los heridos. Los cinco que estaban ilesos fueron encordados por los equipos de rescate, que tuvieron que ayudarles a bajar ahsta el lugar donde se encontraban las ambulancias. Las dos personas que resultaron heridas fueron trasladadas con la ayuda de 'perchas', unas camillas que llevan los socorristas sobre los hombros.


El rescate de los cadáveres se prolongó hasta bien entrada la mañana, dadas las complicadísimas condiciones de acceso. El juez no pudo llegar hasta el lugar donde estaban, al que bajaron varios agentes de montaña de la Guardia Civil que levantaron los cuerpos -semienterrados en nieve- y los metieron en otras 'perchas'. Desde allí, fueron trasladados al tanatorio, donde serán identificados por los familiares.


Los cinco ilesos han sido llevados al hospital de Segovia para pasar un reconocimiento médico, mientras que una ambulancia de Cruz Roja trasladó a ese mismo hospital a uno de los heridos, con fractura de clavícula y tibia. Una UVI del Summa se hizo cargo de la herida más grave, que fue trasladada al hospital de La Paz con politraumatismos.


El resto de los componentes del grupo, formado casi por 30 personas, no tuvo conocimiento del accidente hasta que llegaron, ayer a lo largo de la tarde, al aparcamiento de Cotos. Como tenían menos experiencia en montaña, ellos habían decidido seguir una ruta más sencilla que la de los accidentados, llegando hasta la Laguna de los Pájaros y bajando a Cotos.

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